lunes, 11 de mayo de 2015

OTRAS IDEAS INNOVATIVAS, COMPETITIVAS Y ECOLÓGICAS

Plataforma Multi-ERNC costa afuera (Ver http://innovidease.blogspot.com)
Deshidratación osmótica de fruta (Ver http://innovideasf.blogspot.com)
Deshidratador solar / Invernadero (Ver http://innovideasd.blogspot.com)
Extrusión de perfiles plásticos constitutivos de un económico sistema constructivo y de gran aislación (Ver http://innovtecnoh.blogspot.com)
Chimenea solar (Ver http://chimeneasolar.blogspot.com)    

Patricio Valdés Marín

Santiago de Chile


OBJETIVOS


El proyecto de innovación tecnológica DESHIDRATADOR SOLAR / INVERNADERO tiene dos objetivos:
1º Comercializar productos según planos de construcción específicos derivados de los cálculos y diseños efectuados y probados.
2º La exclusividad a través de su patentación internacional para explotar comercialmente el invento.



PROBLEMA QUE RESUELVE U OPORTUNIDAD QUE APROVECHA


La característica más importante de esta tecnología es que el Deshidratador Solar, que se usa en la temporada estival, se puede transformar en Invernadero Templado, que se usa en la temporada invernal, usando la misma estructura. Así, el costo de amortización de la inversión en construcción disminuye a la mitad.


DESHIDRATADOR SOLAR (DS)

Definiremos la desecación como la eliminación de un líquido desde un sólido por procedimientos térmicos pasivos. Este es el caso de todos los secadores solares conocidos. En cambio, la deshidratación consiste en la extracción de la mayor parte del agua contenida en el tejido vegetal a través del acondicionando del aire para que adquiera una temperatura y una velocidad muy determinadas. Existen plantas de deshidratación artificial. Se llaman artificiales porque utilizan combustible para elevar la temperatura del aire a parámetros requeridos, y electricidad para mover con ventiladores la masa de aire.

En el caso de nuestra nueva tecnología, hablamos de deshidratación solar dinámica porque se emplea únicamente la energía solar tanto para elevar la temperatura del aire a valores preestablecidos como para conducirlo a velocidades especificadas. Así, la deshidratación solar dinámica consiste en establecer los valores determinados de temperatura y velocidad del aire a través del preciso dimensiona­miento de las superficies de insolación y secado junto con sus respectivas secciones, según la capacidad requerida de procesa­miento y las condiciones físicas, meteorológicas y geográficas del lugar.

La deshidratación es un método eficiente y económico de preservación, pues permite la conservación del producto por tiem­po muy prolongado, manteniendo además sus características organo­lépticas y nutritivas. Así, el uso de deshidratadores se concen­tra principalmente en productos tales como hortalizas, legumbres, frutas, hongos, carnes y madera.

Existen numerosas ventajas comparativas para producir ali­mentos deshidratados:
* Su peso y volumen disminuyen sustancialmente, lo cual facilita su manejo, manipulación y transporte. Según mediciones propias, la masa entre la materia prima bruta y el producto final disminu­ye en un 88% de promedio.
* A pesar de ser  altamente perecible en fresco, adquiere gran estabilidad para ser almacenado en condiciones ambientales ordi­narias por largo tiempo.
* Se le eliminan los desechos y partes no comestibles, lo que facilita su incorporación directa en la preparación de comidas o como materia prima en otros procesos.

El DS usa exclusivamente energía solar. Esta energía gratis calienta el aire y lo impulsa hacia el sólido sólo por el efecto de chimenea. El DS está dividido en dos partes distintas: el Colector Solar, cuya amplia superficie colectora de energía solar calienta el aire y produce tiro, y el Túnel de Deshidratado, donde se ubican los sólidos a deshidratar.

En el caso de esta nueva tecnología, hablamos de deshidratación solar dinámica por tres razones:
1. Usa únicamente la energía solar elevar la temperatura del aire que se emplea para deshidratar.
2. También se vale de la energía solar para conducir el aire caliente hacia el producto a deshidratar.
3. Por último, frente a las naturales variaciones diarias y estacionales de radiación, el valor preestablecido de temperatura se consigue mediante la regulación automática y continua de la sección de deshidratación.

El comportamiento del aire en un DS obedece a un proceso termodinámico referente a un sistema abierto. En este proceso un flujo de aire entra con cierta entalpía y sale con otra mayor, y hay variaciones de energía cinética. Ingresa energía solar que hace marchar el sistema, empleándose en primer lugar para calen­tar el aire y disminuir su humedad relativa. El aire caliente y seco calienta el producto y evapora el agua que contiene, absor­biéndola. Simultáneamente, el aire, al ser calentado, pierde densidad y adquiere fuerza ascensional, produciendo tiro que permite su desplazamiento dentro del sistema y que fuerza que nuevo aire ingrese a éste. Las formas de obtener temperaturas y velocidades apropiadas pertenecen a la innovación tecnológica.

El contenido de agua que debe ser evaporada determina tanto la capacidad del DS como la superficie de su Colector Solar, en tanto que la dificultad para extraer el contenido de agua del producto determina la superficie del Túnel de Deshidratado. Una determinada superficie de Colector Solar tiene la capacidad para evaporar un cierto volumen de agua diariamente. La superficie del Colector Solar tiene la capacidad para evaporar típicamente 3,7 l/día m². Por otro lado, la dificultad para extraer el agua se mide en tiempo. Mientras más tiempo requiera un producto ser deshidratado, mayor será su volumen que está en el proceso de deshidrata­ción y, teniendo en cuenta que la carga de producto fresco es de 3 a 7 kg/m² de superficie de deshidratación, mayor será propor­cionalmente dicha superficie (o de Túnel de Deshidratado) ocupada por el producto.

Se puede diseñar el DSD más apropiado, cubicar y costear los materiales requeridos según los siguientes antecedentes:
1. Producto (s).
2. Cantidad (es).
3. Temporada (s) del año.
4. Ubicación geográfica.

1. TECNOLOGIAS DE LA COMPETENCIA.

Las tecnologías tradicionales de desecación emplean particu­larmente dos métodos muy distintos:

1. El secado natural por exposición directa al Sol o ayudado por secadores solares, los cuales, empleando construcciones similares a los invernaderos, consiguen elevar la temperatura ambiente en algunos pocos grados, pero muy lejos de las temperaturas óptimas de deshidratado. Esta tecnología se limita al secado de frutas, pues su contenido azucarado impide que el producto llegue a pudrirse durante el largo proceso de secado.

2. El deshidratado artificial que usa combustibles para calentar aire y ventiladores eléctricos para moverlo.  De éstos existen dos tipos:

a) Discontinuo de bandejas para capacidad promedio de 0,3-0,35 tm/hr. Consume 1.200 kcal/kg agua evaporada (1,4 kWh/kgaq). Puede llegar a consumir 2,5 kWh/kgaq.

b) Continuo de cinta para capacidad mínima de 1 tm/hr. Consume 900 kcal (1 kWh)/kg de agua evaporada.

Debe mencionarse también las siguientes tecnologías de des­hidratadores artificiales que han aparecido en estos últimos años buscando mayor eficiencia:
a) Bombas de calor que trabajan en forma inversa al refrige­rador.
b) Secadores deshumificadores de baja temperatura
c) Secadores de presión redicida.
d) Secadores al vacío y microondas.
e) Secadores de ventana refractante
f) Secadores con gas carbónico.
Todos ellos son caros en equipos y demandan energía eléctrica y/o combustibles.

Las desventajas principales del secado natural se concentran en factores que impiden que el producto obtenga la alta calidad demandada por el mercado de exportación, aunque se parta con materia prima de óptima calidad. Estas son las siguientes:
a) No se puede controlar ni la temperatura ni la velocidad apro­piadas del aire. En ciertos productos la exposición a la radia­ción UV afecta su calidad final.
b) En el caso de la exposición directa al Sol, al quedar el producto expuesto al medio, las condiciones higiénicas son necesariamente malas, acumulando heces y polvo. Tiene una pérdida de 20% de la producción a causa de su ingestión por roedores, aves e insectos; y se arriesga a pérdidas graves si llueve.
c) En el caso de los secadores solares el proceso es lento por la imposibilidad de llegar a las temperaturas requeridas de deshi­dratado (60°-70° C). Con temperaturas de secado tan bajas el producto termina por pudrirse, en especial las hortalizas que no contienen azúcar que actúa de preservante.

Las principales desventajas del deshidratado artificial se relacionan con altas inversiones en equipamiento, altos costos de operación por usar energía proveniente de combustibles o eléctrica, y altas produccio­nes mínimas.

2. VENTAJAS DEL DESHIDRATADOR SOLAR  

El DS reúne las ventajas tanto del secado natural como del deshidratado artificial: economía más calidad, simplicidad más tecnología, adaptabilidad más eficiencia.
a) No tiene restricciones de uso en cuanto a producto, ubicación, temporada del año y capacidad.
b) Es muy adaptable: se diseña según las necesidades de producción desde algunas decenas de kilogramos hasta decenas de toneladas y se dimensiona según las condiciones físicas del lugar.
c) Su costo de inversión es menor que el de un secador solar, pues es más eficiente, y, como éste, no tiene costo directo alguno de energía, pudiéndose instalar en lugares remotos.
d) No consume combustibles fósiles ni electricidad, no contamina ni contribuye al calentamiento global de la Tierra.
e) No está compuesto por equipos complejos, costosos y desgastables.
f) Reduce drásticamente el costo de deshidratado de cualquier producto.
g) La sola pérdida por consumo de aves, insectos y roedores, en el caso del secado natural, resulta mucho mayor que el costo de secado mediante el  DS.
h) Permite el deshidratado de productos que por su alto contenido de humedad y/o menor valor relativo no pueden ser comercialmente deshidratados.
i) Sobre todo, consigue productos deshidratados que cumplen con las normas higiénicas internacionales más exigentes.


INVERNADERO TEMPLADO


Un invernadero tiene la función de controlar los facto­res climáticos y biológicos que adecuan su medio interno para cultivar en forma independiente de las condiciones ambientales externas. Estos factores son los siguientes:
1. La temperatura del aire.
2. La temperatura del suelo.
3. La humedad relativa.
4. El porcentaje de CO2.
5. La iluminación.
6. El viento.
7. La lluvia.
8. Las plagas.

Sin duda, el factor más importante en todo cultivo forzado es el control de la temperatura. En un invernadero el control de la temperatura es hacia ambos extremos: impedir que disminuya por debajo de un mínimo y que aumente por sobre un máximo.  El calor acelera los procesos biológicos y bioquímicos, mientras que el frío produce paro vegetativo en el cultivo, siéndole letal cuando la temperatura baja a menos de 4° C, para el caso del pepino, y hasta -6° C, para el caso de la rosa. En las horas diurnas, la temperatura interna más bien alta hará que el cultivo se desarrolle más rápidamente y sea más precoz.

La humedad relativa debe mantenerse por sobre 55-60% para que la planta no cierre sus estomas, pero no tanto que le produz­ca enfermedades.

La cantidad de CO2 debe mantenerse a los niveles normales de la atmósfera, esto es, de 300 ppm. En un invernadero puede llegar a 500 ppm en la noche, pero, si se mantiene cerrado, puede bajar a 200 ppm al mediodía. Sin embargo, con este bajo grado de con­centración, la formación de materia vegetal puede reducirse a la mitad, por lo que la ventilación diurna debe cambiar el aire con un mínimo de 2 renovaciones por hora.

La iluminación diurna es vital para un cultivo, aunque éste llegue a aprovechar tan sólo el 3% de la energía solar incidente a través de la fotosíntesis. La clorofila utiliza radiación de 600-690 nm (rojo-naranja) y de 430-500 nm (azul-violeta).

Además, dentro de un invernadero hay ausencia de viento, lo que favorece el crecimiento de la planta y la correcta formación y desarrollo de sus frutos.

Por último, el control de plagas es más fácil en un inverna­dero que fuera de éste tanto porque la cubierta protege al culti­vo del ataque de plagas como porque los plaguicidas rinden mejor dentro de un medio cerrado.

De este modo, mediante el control de los factores anotados se consigue una estabilidad y una productividad muy alta, y se logra cultivar la misma superficie más de una vez por año. Las diferencias de rendimiento debido a condiciones meteorológicas entre un año y otro son mínimas, y gracias al aprovechamiento de la energía solar y del control climático interno se obtienen productos de alta calidad, de calidad constante, con mínimas pérdidas debido a rechazo y de altos rendimientos. Esto explica que Holanda, con su desfavorable clima, tenga sobre 10.000 há de invernaderos y que exporte el 80% de su producción, existiendo, no obstante, la competencia de países próximos con clima medite­rráneo, supuestamente más favorecidos.

VENTAJAS

El invernadero de este proyecto es un “invernadero templado”. Está destinado a superar la limitante impuesta por las condiciones climá­ticas. El "invernadero frío" se usa donde la temperatura del aire rara vez llega a menos de 3-5° C, y las zonas que se adecuan a este tipo de invernadero equivalen a menos del 10% de la superficie potencialmente apta para ser cultivada con “invernadero templado”.

Un invernadero templado es capaz de controlar los anteriores factores en forma más eficiente que un invernadero frío y a un mejor costo de amortización. Sin duda, el factor más crítico en un invernadero es el control de la temperatura. La obtención de diferenciales signifi­cativos en la noche distingue un invernadero templado de uno frío. Esto permite el cultivo en zonas con condiciones más desfa­vorables y sin un consumo de combustibles. En un invernadero templado una mayor temperatura de noche se obtiene limitando pérdidas del calor acumulado en el día por convección del aire interno, más calien­te, por radiación infrarroja, y por conducción.

 Los restantes factores se regulan en forma similar a como se regulan en los invernaderos fríos. Así, una humedad relativa alta se consigue regulando la ventilación y el riego. Un porcen­taje apropiado de CO2 se logra mediante la ventilación natural diurna. Una iluminación apropiada en las longitudes de onda demandadas por la fotosíntesis se obtiene utilizando cubiertas que permiten el paso de esa radiación. Las condiciones externas de viento son detenidas por la cubierta, la que, junto con la es­tructura, están diseñados para resistir la fuerza de los tempo­rales de invierno.

Así, pues, en comparación con un invernadero frío, un invernadero templado permite incorporar superficies agrícolas con mayores desventajas climáticas al cultivo, cultivar especies más delicadas a los rigores físicos de condiciones externas desfavorables y acelerar el cultivo que se hace normalmente en los invernaderos fríos actualmente en uso. Por lo tanto, la ventaja de cultivar estas mismas especies en los mismos lugares en un invernadero templado es que maduran alrededor de 15 días antes que en un invernadero frío. Estas mismas especies pueden ser cultivadas en climas menos favorables y con heladas nocturnas. Por último, especies más delicadas que las actualmente experimen­tadas pueden ser cultivadas en un invernadero templado.

En el invernadero templado la técnica para conservar la temperatura que acumula en el día radica en limitar la pérdida de energía durante la noche, y así mantener una temperatura nocturna de 10-16° C. La energía se pierde por su transmisión al medio exter­no vía convección, radiación y conducción. Un buen diseño de invernadero templado consigue limitar con eficiencia la pérdida de energía por convec­ción, impidiendo que el aire interno, más caliente, escape hacia afuera, lo que se logra cerrando herméticamente las ventilaciones y accesos. También este diseño debe limitar en gran medida la pérdida de su calor interno por radiación infrarroja a través de la cubierta. Por último, este diseño tiene por objeto impedir en gran medida la pérdida de la energía interna por conducción.

Si la cubierta del invernadero juega un papel muy importan­te, no lo es menos el que juega su estructura, la que debe tener las siguientes características:
● Es fácilmente armable y desarmable, lo cual permite su empleo por muchos años. Usualmente, el suelo se aplasta y se agota al cabo de cuatro años de cultivarse.
Sus piezas metálicas son galvanizadas para una alta resis­tencia a la humedad.
● Son resistentes a los vientos más fuertes del lugar.

Sin duda, el factor más crítico en un invernadero es el control de la temperatura. La obtención de diferenciales signifi­cativos en la noche distingue un invernadero templado de uno frío. Esto permite el cultivo en zonas con condiciones más desfa­vorables y sin un consumo de combustibles. En un invernadero templado una mayor temperatura de noche se obtiene limitando pérdidas del calor acumulado en el día por convección del aire interno, más calien­te, por radiación infrarroja, y por conducción.

En comparación con un invernadero frío, un invernadero templado permite incorporar superficies agrícolas con mayores desventajas climáticas al cultivo, cultivar especies más delicadas a los rigores físicos de condiciones externas desfavorables y acelerar el cultivo que se hace normalmente en los invernaderos fríos actualmente en uso. Por lo tanto, la ventaja de cultivar estas mismas especies en los mismos lugares en un invernadero templado es que maduran alrededor de 15 días antes que en un invernadero frío. Estas mismas especies pueden ser cultivadas en climas menos favorables y con heladas nocturnas. Por último, especies más delicadas que las actualmente experimen­tadas pueden ser cultivadas en un invernadero templado.


PRODUCTOS O RESULTADOS PREVIOS QUE SERÁN USADOS 


Los antecedentes para los fundamentos científicos y tecnológicos incluyen estudios originales, diseños exclusivos e innovaciones patentables que están contenidos en un cuerpo de estudios con ilustraciones y hojas de cálculo en EXCEL y bibliografía que comprenden los siguientes temas:

1. DESHIDRATADOR SOLAR

Prototipo de 60 m² construido por el autor en Cochabamba, Bolivia.
Dimensionamiento y rendimiento físico y dinámico.
Diseño y cálculo de las estructuras.
Cálculo de costos de un modelo de planta generadora.
Valdés Marín, Patricio. Manual de deshidratación I. www.manualdeshidratación.blogspot.com
Valdés Marín, Patricio. Manual de desidratación II.
Valdés Marín, Patricio. Regla solar de cálculo de energía solar. http://reglasolar.blogspot.com
Valdés Marín, Patricio. Riego por goteo sin goteros. http://goteosingoteros.blogspot.com

2. INVERNADERO TEMPLADO

A. Alpi, F. Tognoni. Cultivo en invernadero. Ediciones Mundi-Prensa.  Madrid 1987.
A. Matallana, J.I. Montero. Invernaderos. Ediciones Mundi-Prensa. 2a ed. Madrid 1995.
Robledo de Pedro, Félix et al. Aplicación de los plásticos en la agricultura.  Ediciones Mundi-Prensa.  Madrid 1981.
Valdés Marín, Patricio. Tecnología de los invernaderos templados. Inédito.


RESULTADOS ESPERADOS 

Las dos tecnologías complementarias propuestas en este proyecto no son conocidas en el agro nacional. Probablemente tendrán una alta demanda en dicho mercado, pues permiten aumentar la productividad y ampliar los rubros explotables del sector. La empresa que se interese en este proyecto deberá ser capaz de adquirir la tecnología en plenitud e invertir focalizada en promoción, medios de transporte y capacitación de personal. No requerirá invertir en galpones ni maestranza, ya que toda construcción se hará en terreno o lo realizarán terceros. Su tamaño será proporcional a las ventas que logre realizar.